Nuestra vida en Caseria La Infiesta, esta rodeada siempre de animales, praderas y montañas, aunque el trabajo es a veces duro,  siempre es gratificador, por ejemplo salir a supervisar el estado de los animales cuando nieva, tiene sus dificultades, pero llegar a casa, encender el fuego y tomarte un vaso de leche caliente de tus propias vacas, es algo muy reconfortante y que te reconcilia con la vida.